Hace años que teletrabajo, es decir, no piso mi oficina salvo porque me apetezca. ¿Para trabajar? No lo necesito. Hace años que aprendí a trabajar remotamente y a pesar de que muchos por aquel entonces me decían que era imposible llevar un negocio totalmente online, creo que ya estoy en derecho de decirles que se equivocaban.
¿Cómo he conseguido llevar mi oficina totalmente de forma telemática?
Siempre he sido muy curiosa y me fascina la tecnología, si existe Internet y podemos tener reuniones online… ¿por qué iba a salir de casa cuando nieva para esto?
El tema es que a mí, salir de mi despacho para ir a una reunión me supone una pérdida de tiempo importante. Entre que salgo, me desplazo y me hacen esperar en recepción.. pues a lo mejor va una hora perdida. Y total, para hacer en esa reunión lo mismo que se puede hacer vía Zoom u otra herramienta de videoconferencia.
Humanizando las comunicaciones online
Yo soy de las que pone la cámara, para vernos las caras, para estar más presente pero hay personas que todavía son reacias a enseñarse y se dejan solo el audio conectado. ¿Por qué costará tanto aprovechar las nuevas tecnologías?
Hoy un cliente me decía que a la vuelta (si, la vuelta del confinamiento), tendremos que poner muchas cosas al día. Será él porque yo sigo igual que siempre y mi equipo también. Y las gestiones (de este cliente) siguen exactamente igual que si no hubiera pasado todo esto; hasta podría decir que hemos trabajado más porque ha habido gestiones extra a realizar.
Mi gran duda es cómo explicarles a mis clientes que hemos hecho exactamente el mismo trabajo. Menos mal que ya nos conocen 🙂
¿Y cómo sabes que tu equipo trabaja como siempre si no los ves?
En primer lugar si no puedes confiar en tu equipo búscate otro porque no lo tienes. Además, existen herramientas que nos permiten estar en contacto contínuo y otras que nos permiten ver las tareas realizadas para cada uno de los proyectos que tenemos.
Nosotros utilizamos TODOIST para organizar las tareas y asignarlas a cada miembro del equipo, utilizamos los recordatorios de fechas y así no se nos escapa nada.
Por otra parte tenemos SLACK, para comunicarnos dentro del equipo. Equivale a un chat y su función es comunicarnos ante novedades, tareas nuevas o comunicaciones que tengamos que darnos entre nosotros.
Y las herramientas de siempre, mejoradas
No utilizamos Whatsapp para el trabajo porque nos distrae más y es menos productivo. Sin embargo es un canal de comunicación con los clientes a los que todos tenemos acceso con una herramienta complementaria en nuestro pc.
Tenemos Outlook con office 365 para asegurarnos que existe una sincronización de todos los emails independientemente del dispositivo que estemos utilizando en cada momento.
Para reunirnos utilizamos la herramienta Zoom y para darnos alguna respuesta con explicación tipo tutorial que necesite más atención hacemos uso de Loom.
Como tenemos todo en un servidor centralizado en la nube, podemos trabajar remotamente desde Andorra, desde Londres o desde Galicia sin que se note la diferencia.
Trabajo deslocalizado
Quizás ahora mismo estas herramientas te suenen a chino y te preguntes. Vale Conchi y ahora que estáis todos confinados. ¿Seguís trabajando así?
Si. Yo soy la única que vivo fuera de Andorra y por lo tanto la persona que menos nota la diferencia a la hora de trabajar online. Pero mi equipo, gracias a estar familiarizado ya con estas herramientas, la única diferencia que están notando es la de estar en casa en lugar de estar trabajando en el despacho de siempre. Ni más ni menos.
Dicen que es hora de adaptarse, yo creo que no. Creo que ya toca estar adaptado y de ver esto como algo normal. No el confinamiento por supuesto, sino el trabajar deslocalizado. Si solo necesitas un ordenador e internet para trabajar, ¿porqué complicarte con más?
Trabajar remotamente es una realidad y no debería habernos pillado por sorpresa. ¿Te imaginas que tu empresa ya hubiese estado preparada para esta? Y quien dice para esto, dice para cualquier etapa en la que tus empleados te pidan teletrabajar desde sus casas, por el motivo que sea.
Una realidad: trabajar desde casa
En mi caso inicié esto cuando abrí mi empresa ya que unos meses después iba a nacer mi primer hijo. Yo necesitaba ya, teletrabajar por aquel entonces. ¿Qué hice? Abrir mi negocio pensando en que yo siempre iba a poder teletrabajar, pasara lo que pasara. Y así fue, por necesidad quizás, por pasión por la tecnología o por saber ver una oportunidad donde otros solo ven una herramienta a la que sacan apenas un 10% de sus posibilidades.
Internet para bien y para mal nos permite conectar. Nos permite poder hablar con nuestros seres queridos en estos momentos y nos permite seguir trabajando. Pero para que todo eso suceda hay que establecer un plan, una estructura, una formación mínima viable. Adaptarse ahora es ya una realidad, trabajar remotamente también.